Desde el SoHo neoyorquino donde se recibe la herencia de un estilo clásico que combina con las formas puras actuales y pensado para un estilo de vida urbano, hasta el mediterráneo, que aporta una agradable y acogedora sensación donde el protagonista es el usuario, sin olvidar la simplicidad de las líneas rectas y la fuerza de los brillos lacados.